Paris Hilton ha vuelto a dar la nota. En esta ocasión se ha trasladado a Cannes para enseñarle a todo el mundo de lo que es capaz.
En la fiesta del 150 aniversario de la marca de jotas Chopard, Paris Hilton lució un vestido azul de Alberto Makali, y aunque su traje era, según los estilistas, espectacular, más impresionante era lo que llevaba debajo.
Como de costumbre, los paparazzi no le quitaron ojo a la heredera, a quien le resultó un poco incómodo el vestido, hasta los pies, que llevaba, porque se lo pisaba constantemente y se le caía por el pecho.
Paris Hilton tuvo más de un descuido esa noche, pero la gota que colmó el vaso fue cuando se remangó la tela de su indumentaria para bajar unas escaleras y los fotógrafos captaron el momento en el que enseñó todo su encanto.
La pregunta del millon es si la rica rubia llevaba ropa interior, porque a juzgar por la fotografía, debajo del vestido no llevaba más que su trasero al aire.
En la fiesta del 150 aniversario de la marca de jotas Chopard, Paris Hilton lució un vestido azul de Alberto Makali, y aunque su traje era, según los estilistas, espectacular, más impresionante era lo que llevaba debajo.
Como de costumbre, los paparazzi no le quitaron ojo a la heredera, a quien le resultó un poco incómodo el vestido, hasta los pies, que llevaba, porque se lo pisaba constantemente y se le caía por el pecho.
Paris Hilton tuvo más de un descuido esa noche, pero la gota que colmó el vaso fue cuando se remangó la tela de su indumentaria para bajar unas escaleras y los fotógrafos captaron el momento en el que enseñó todo su encanto.
La pregunta del millon es si la rica rubia llevaba ropa interior, porque a juzgar por la fotografía, debajo del vestido no llevaba más que su trasero al aire.
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